Donde las luces se apagan y los fuegos se consumen.
La medianoche siempre ha sido mi refugio, mi lugar de calma, donde los ruidos se apagan y las ideas brotan.
Supongo, mi querido lector, que a media noche es cuando las voces se callan y las preguntas se frenan. Me gusta caminar descalza por el suelo frio mientras todos duermen, para darle nombre a las sombras y permiso a las memorias.
Búscame a media noche querido lector, donde las hojas son llenadas y las historias escritas.